La pizza Neoyorkina fue elaborada a finales del siglo XX en las calles de New york City principalmente en Brooklyn y Manhattan donde se concentraban los emigrantes italianos. Dentro de sus características especiales son su amplio diámetro y una masa delgada, crujiente y flexible capaz de doblarse por la mitad pudiendo comerse con la mano sin que se rompa. Además la salsa elaborada de tomates maduros bien sazonados y especiados, los bordes pequeños en esta pizza estirada a mano de forma artesanal logran una pizza de cocción rápida y fácil de comer en este concepto de moda gastronómica Street food.